Varios gobiernos latinoamericanos confían en que la solidez económica de sus países es una baza ante el agravamiento de la crisis en EE.UU. y Europa, pero también reconocieron que nadie está totalmente a salvo en el mundo global. Las bolsas se desplomaron en un nuevo “lunes negro” como reacción a la baja de la calificación de deuda de EE.UU. mientras los países monitorean minuto a minuto lo que sucede en los mercados.
“Somos conscientes que no somos inmunes, que no vivimos en una isla, pero sabemos que Brasil tiene fuerza suficiente (…)”, dijo la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, en este “lunes negro” de las bolsas, incluidas las latinoamericanas, como reacción a la reducción de la nota de la deuda soberana de EE.UU. por parte de la agencia Standard & Poor’s.