Según la estrategia del Pentágono, el refuerzo podría incluir el despliegue de fuerzas de combate en Kuwait para responder a una posible amenaza militar de Irán o a la alerta de seguridad en Irak. Además, se planifica enviar al golfo algunos buques de guerra adicionales a los 90 que ya están allí. La decisión sigue la declaración del presidente estadounidense, Barack Obama, que prometió que el último soldado de EE. UU. se retirará de Irak para finales de 2011.
Se supone que el Pentágono elabora estos planes tras fracasar su intento de persuadir a la Administración de Obama, que fijó la retirada como objetivo principal, y a las autoridades iraquíes de mantener la mano militar estadounidense en el país.
Según el periódico, los políticos y diplomáticos estadounidenses temen que la decisión de Obama pueda causar inestabilidad en la región, ahora controlada militarmente por EE. UU. Por eso también consideran reforzar la colaboración con los países del Consejo de Cooperación del Golfo, grupo compuesto por Arabia Saudí, Qatar, Kuwait, Emiratos Árabes, Bahréin y Omán.